Portizuelo es una playa pedregosa, de cantos rodados y gran belleza e interés por su pintoresco paisaje, que se enclava dentro del Paisaje Protegido de la Costa Occidental. Era el paseo favorito del Premio Nobel Severo Ochoa y antaño era punto de encuentro de las llamadas ''maruyas'', mujeres aldeanas que se bañaban vestidas.

Desde la localidad de Villar, y por un camino de fácil tránsito en coche, se descubre la playa de Portizuelo —de cantos cuarcíticos y rocas de arbitrarias formas— donde numerosos pintores han encontrado en la llamada «Piedra el óleo» motivo de inspiración. Antiguamente, era lugar de encuentro de las «maruyas» (aldeanas que se bañaban vestidas). También tiene acceso rodado desde el pueblo de Barcia. Lugar donde el Nobel luarqués Severo Ochoa pasó largo tiempo.

Accesos
La playa tiene doble acceso, desde la localidad de Villar una pista de gran desnivel nos baja hasta la cetárea donde dejaremos el coche para cruzar el arroyo a pie, el otro acceso se realiza desde la población de Barcia, por una pista con algo menos de desnivel que da directamente al "prao" de la playa.